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Los secretos

By: EminaOgura
folder Naruto AU/AR › General
Rating: Adult +
Chapters: 2
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Reviews: 1
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Disclaimer: I do not own Naruto, nor any of the characters from it. I do not make any money from the writing of this story.
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El secreto de Emina

La luz aún no había vuelto y yo seguía inmóvil en la silenciosa oscuridad que reinaba en el almacén de archivos, intentando asimilar lo que acababa de suceder. Él ya se había marchado. Ni siquiera me había dado tiempo a reaccionar de alguna manera adecuada pero Kakashi-sensei se fue como si ya hubiese obtenido lo que quería. Me sentía tan confusa... ¿cómo puede una persona como yo dejarse dominar por esos instintos? Mi mente decía "no, esto no está bien" pero mi cuerpo... y ahora me sentía peor que nunca. Estaba decepcionada conmigo misma. Y esas palabras... "ha sido el mejor polvo de toda mi vida"... aún resonaban en mi cabeza... y me hacían sentir tan... sucia... Jamás pensé que Kakashi-sensei sintiese ese tipo de atracción por mí... fuí una ingenua...



Mientras seguía dándole vueltas al asunto, volvió la luz. Dejé de apoyarme en la pared y me erguí, entonces sentí un pequeño dolor en el trasero. Mi falda y mi ropa interior aún seguían bajados, así que con cuidado (por el dolor) me los subí. Notaba mi entrada húmeda y un poco de semen bajaba por mi pierna. Kakashi-sensei había eyaculado dentro de mí. El simple hecho de pensarlo hizo que me sonrojara. No puedo negar que lo que había hecho no me había desagradado del todo, al menos físicamente. Busqué mi protector y la goma para recogerme el pelo. Cuando me terminé de adecentar, me dí cuenta de que una pequeña mancha de semen chorreaba en la pared. Volví a sonrojarme avergonzada al darme cuenta de que era el resultado de mi propio placer. Lo limpié como buenamente pude y organicé rápidamente los documentos que aún quedaban por ordenar. Luego, observé el lugar una y otra vez para asegurarme de que no dejaba evidencia alguna de lo que Kakashi-sensei y yo habíamos hecho allí. Entonces, salí de la academia y me dirigí hacia mi casa con una cada vez más creciente sensación de... tristeza.



Al llegar a mi casa, lo primero que hice fue echar la ropa en la lavadora y prepararme un baño. Quería olvidar todo aquello cuanto antes. Después de enjabonarme, entré en la bañera e intenté no pensar más en el asunto, pero lo que ví no me lo permitió. Una grieta en la pared. La que produjo el golpe que se dió Kakashi-sensei la primera vez que vino a mi casa. No pude evitar que una sonrisa incosciente se dibujase en mi cara. Pero enseguida, la sensación de tristeza se volvió a apoderar de mí y la sonrisa desapareció.



No me apetecía comer nada, así que me fui directo a la cama. Aunque eso no mejoró la cosa. Los recuerdos parecían no querer dejarme dormir aquella noche. No sólo lo que había hecho en el almacén de archivos... sino también los de la noche que ambos dormimos en aquella cama. El sueño de los cerezos... la agradable sensación de los pétalos de cerezo en mi rostro... los dedos de Kakashi-sensei acariciándome... el suave susurro del viento diciéndome que me quería... la voz de Kakashi-sensei...



Sentí como mi rostro se calentaba. Otra vez me había sonrojado. Pero... ¿cómo no me dí cuenta?¿cómo no pude al menos reconocer su voz? Realmente no le había contado este sueño a Kakashi-sensei porque pensé que consideraría estúpido e infantil (y, ¿por qué no?, un poco cursi) asociarlo con una simple amistad entre nosotros. Pero parece que, al fin y al cabo, para él tampoco era una simple amistad... hoy iba a pasar una noche muy larga...



Mis pensamientos y el cansancio provocaron que acabase durmiendo un par de horas y que casi llegase tarde a la academia. Unos cuantos de mis alumnos casi se me escaparon de clase aprovechando mis momentos de ausencia mental y encima, hoy todos han comentado algo sobre el apagón de ayer. Que si a unos les pilló en el baño, a otros viendo la tele... y a mí en el almacén de archivos... el recordarlo hacía que se me subiesen los colores...



Intenté disimular todo lo que pude pero creo que todos se dieron cuenta de que algo me pasaba (sobre todo los niños). Bueno, después de comer tenía que recoger los reportes de las misiones de los grupos de genins novatos y... ¡no puede ser! El grupo de Naruto terminó ayer una misión... lo que significa que... ¡Kakashi-sensei vendría a traer el reporte con los chicos! ¿qué debería hacer?¿cómo reaccionaría cuando le mirase a la cara? es más... ¡¿cómo iba a mirarle a la cara?!



Mis nervios estaban a flor de piel y un nudo en el estómago no me dejaban comportarme con normalidad. Temía el momento en que Kakashi-sensei entrase por la puerta del despacho donde me encontraba. Hokage-sama estaba a mi lado (él era quien asignaba las misiones) y se dió cuenta de mi inquietud...



- Emina... ¿es que algo te preocupa? No pareces la misma de siempre...



-¡Ah!, es que anoche no dormí muy bien... jeje



-Hola- nos interumpió una voz de alguien que entraba en la sala. Yo me sobresalté de tal manera que me caí de la silla n_nU.



-¿Segura que estas bien? O_OU- me preguntó de nuevo Hokage-sama.



La voz había sido de un cliente que había entrado para contratar nuestros servicios, así que me sentí aliviada y me incorporé apoyándome en la mesa... y me quedé de piedra cuando ví a la persona que tenía delante...



-Tanto trabajo no es bueno... Emina-sensei- me dijo con una sonrisa y toda la normalidad del mundo Kakashi-sensei que, al parecer, había entrado con los chicos tras el cliente y ahora estaba frente a mí...



-T... tienes razón, tengo que descansar más jeje- dije cuando por fin pude reaccionar-¿qué tal fue la misión?



-Bien... supongo - tenían que arreglar un jardín, ¿cómo pretendía que fuese la misión? Los nervios me hacían sentir como una estúpida...



Después de encomendarles una nueva misión, en la que tenían que encontrar el gato perdido de la esposa del señor feudal del País del Fuego, Hokage-sama aprovechó el predecible momento de quejas de Naruto para decirme que era mejor que me fuese a casa antes y descansara, que no parecía encontrarme bien del todo. Aunque me resistí un poco, acabé aceptando. El simple hecho de estar en la misma estancia que Kakashi-sensei me ponía más nerviosa aún. Cuando se iban, Kakashi-sensei (que iba el último) se paró en el umbral de la puerta y giró la cabeza hacia mí...



-Espero que te mejores, Emina-sensei-me dijo con una sonrisa y se fue. Yo me sonrojé y desvié la mirada. Hokage-sama se puso a rellenar unos documentos con una sonrisa en la cara. A veces, las personas que nos aprecian descubren las cosas de las que nosotros mismos no nos damos cuenta...



Nunca había estado tan temprano en mi casa, así que no sabía que hacer. Mis nervios se habían calmado, por lo que me encontraba mejor, y como no estaba enfermo ni nada decidí ponerme a ordenar un poco la casa. Limpié todas y cada una de las habitaciones y después me puse a organizar los papeles que guardaba en una caja (ya sabéis, documentos de la casa, del trabajo... esos que hay en todas las casas n_n). Y fue entonces cuando la encontré...



Una pequeña hoja de papel con una letra que no era la mía. "Muchas gracias por tu hospitalidad y por haber sido tan amable conmigo. Yo también me lo he pasado muy bien hoy así que, cuando estés aburrido, si te apetece podemos irnos a beber o hacer cualquier cosa divertida juntos. Kakashi. PD: Siento lo de la pared del baño, te lo compensaré." Era la nota que me había dejado Kakashi-sensei la noche que dormimos juntos. Recuerdo que cuando me desperté esa mañana y no lo ví en la cama me preocupé aunque luego pensé que estaría en el baño o desayunando. Pero después, al sentir la casa silenciosa no pude evitar volver a preocuparme y me puse a recorrer cada rincón hasta que encontré la nota sobre la mesa del salón. Recuerdos. Recuerdos de nuestra amistad. Y luego, recuerdos de aquel encuentro en el almacén de archivos. Dos lágrimas comenzaron a resbalar por mis mejillas. ¿Por qué? ¿Por qué esta sensación de tristeza? ¿Por qué sentía que todo lo que habíamos vivido juntos Kakashi-sensei y yo era mentira? ¿Por qué me sentía como un juguete usado? ¿Por qué?...



Llamaron a la puerta, así que volví a la realidad. Me calmé un poco y me sequé las lágrimas antes de abrir. No sé por qué me sorprendí tanto al ver a la persona que encontré ante mí, pero pronto sabría el por qué se me encogieron el estómago y el corazón al verle...



Un sonriente Kakashi-sensei me saludaba y me preguntaba como me encontraba en el umbral de la puerta. Yo, disimulando el nerviosismo que me empezaba a envolver de nuevo, le contesté que ya me encontraba mejor y le invité a entrar. Gran error. Cuando quise darme cuenta, ya era demasiado tarde. Me había metido en la boca del lobo n_nU. Kakashi-sensei fue al salón y se encontró toda la mesa llena de papeles (los que yo estaba ordenando)...



-Qué recuerdos... -dijo sutilmente mirándome. Antes de nuestro encuentro también estaba ordenando documentos...



-¡Vaya! Perdona este desorden- dije con nerviosismo y cogí todos los papeles apresuradamente-. En un momento lo recojo todo...



Y fue cuando se me escabulló el papel más inoportuno de todos. Pero yo no me di cuenta y al darme la vuelta, tras haber guardado la caja de los documentos, ví como Kakashi-sensei lo había recogido y lo estaba leyendo...



-No sabía que aún guardases esto... -levantó los ojos de la nota y me miró fijamente. Yo me sonrojé e intenté no desviar la mirada para restarle importancia (pero no lo conseguí u_uU)



-Sí... bueno... es que estaba ordenando... porque... bueno... no tiro nada y...- hablaba mientras me acerqué rápidamente a él para quitarle la nota y cambiar de tema... pero Kakashi-sensei fue más rápido que yo...



Me agarró la mano con la que pretendía quitarle la nota y siguió mirándome a los ojos. Yo acabé en silencio mirándole también. Mis mejillas ardían y mi corazón parecía a punto de salir de mi pecho. Bajó los ojos y volvió a mirar un segundo la nota. Luego la dejó en la mesa (no me había soltado aún la mano) y clavó de nuevo sus ojos (bueno, su ojo n_nU) en los míos. Pude intuir una sonrisa bajo su máscara y de repente, tiró de mi mano hacia él. Yo no pude resistirme porque no me lo esperaba y acabé abrazado a Kakashi-sensei. Mi corazón dió un vuelco y mi estómago le imitó. Se echó hacia atrás (conmigo abrazado) hasta que su espalda tocó el suelo y los recuerdos volvieron a mi mente. El día que nos conocimos. Cuando me caí de la escalera (contra la cual él chocó ¬¬U) y caí sobre él. Me volví a sonrojar e intenté incorporarme pero Kakashi-sensei no me lo permitió, abrazándome con fuerza.



-Igual que el día que nos conocimos-dijo-. Sólo nos faltan los papeles por el suelo- sonrió.



Él también se había acordado de aquel momento. ¿Por qué me invadía de repente una sensación de felicidad? No me dió mucho tiempo para pensarlo. Kakashi-sensei rodó hasta ponerme de espaldas al suelo y él quedó sobre mí, mirándome a los ojos. Intenté apartarle para levantarme porque no sabía que pretendía hacer (bueno, me supuse algo pero no quería volver a caer en lo mismo que la noche anterior) pero me agarró las muñecas y su rostro quedó a escasos centímetros del mío. Su pecho sobre el mío hacía que pudiese sentir cada latido de su corazón, cada vez más acelerado... Acercó un poco más su cara y quise apartar la mía... pero no pude... sólo conseguí cerrar los ojos con fuerza... y lo sentí... en mis labios...



Un beso. Kakashi-sensei no se había bajado la máscara pero podía sentir sus labios bajo la tela besando los míos. Sentí... ansia. Mi cuerpo reaccionó y yo le devolví los besos... y fue cuando empecé a considerar la máscara como una molestia...



-Vas a tener que ayudarme, Emina-sensei-me susurró al oído-. Con las manos ocupadas no puedo bajármela...



Yo le miré mientras mi cara se volvía roja. Dudé pero no dejaba de mirarme y... aquella sensación volvía a apoderarse de mí... la ansiedad... el deseo...

Kakashi-sensei acercó la cara de nuevo y rozó el borde de su máscara con mi boca. Al principio no comprendí lo que quería que hiciese pero luego entendí. Con cuidado, agarré con los dientes el borde de la máscara y él movió la cabeza hacia atrás y hacia arriba, de modo que la máscara bajó hasta su barbilla dejando al descubierto su hermoso rostro. Las miradas se acabaron. En el momento en que solté la tela, sin darme tiempo a reaccionar, Kakashi-sensei comenzó a besarme. El contacto de sus labios, la humedad de su boca... fue suficiente incitación para que mi cuerpo empezase a cobrar vida propia, olvidando todos mis principios y mis quejas. Sentí su lengua buscando la mía. Quise resistirme pero era imposible. Demasiado irresistible, demasiado apetecible, demasiado lujurioso...



Kakashi-sensei sabía como calentarme demasiado bien. Sentí como sus manos dejaban de hacer fuerza sobre mis muñecas y me cogían de las manos suavemente mientras su entrepierna rozaba repetidamente contra la mía. Empecé a sentir contracciones de placer... así que tenía que pararlo. Volví a intentar levantarme pero la excitación hizo que perdiese fuerzas y Kakashi-sensei forzó mis manos, impidiéndomelo. Entonces me dí cuenta de que las cortinas del salón no estaban corridas...



-¡Espera! ¡Espera un momento, por favor!- le dije angustiada cuando volvía a intentar besarme. Kakashi-sensei paró y me miró pero no me soltó las manos, así que supuse que pretendía continuar... - A... aquí no... por favor...- dije sonrojada desviando la mirada hacia el balcón...



-... no quieres que nos vean los vecinos, ¿verdad?- moví la cabeza para afirmarlo pero Kakashi-sensei siguió sin soltarme- De acuerdo... pero te soltaré con una condición...-yo le miré extrañada-... quiero... quiero que te sueltes el pelo... de forma sexy... ^///



-¿QUÉÉÉ? ¡No voy a hacer eso!



-Muy bien, entonces sigamos...- y antes de que continuara, tuve que rendirme y prometerle que lo haría u_uU... pero sólo cuando llegásemos al dormitorio... él aceptó.



No podía quedarme así, ya no (y Kakashi-sensei estaba más o menos igual que yo... sólo de pensarlo me excitaba más todavía ). Así que entré en mi dormitorio seguido muy de cerca por Kakashi-sensei(que no quería que me escapara u_uU), cerramos la puerta y corrimos las cortinas. Kakashi-sensei encendió la luz y se sentó en la cama. A mí me daba un poco de vergüenza hacerlo con luz (como la otra vez estábamos a oscuras...) y me quedé parada de pie junto a la ventana. Ví como Kakashi-sensei se quitaba el chaleco y el protector. Luego la camiseta. Empecé a sentirme mal con lo que estaba haciendo... sólo es deseo...



-¿Qué te pasa, Emina-sensei?Recuerda lo que me has prometido...



Somos adultos, pensé. Adultos divirtiéndonos como adultos, me quise convencer. No estamos haciendo nada malo, no hacemos daño a nadie... sólo... nos divertimos... a mí me gusta y a él también... ¿qué hay de malo?... ojalá lo supiera...

Sentí cómo Kakashi-sensei tiraba suavemente de mí (él aún estaba sentado sobre la cama) y me acercaba a él. Yo estaba todavía de pie, pero ahora me encontraba frente a él entre sus piernas mientras me sujetaba y me acariciaba las mías y apoyaba su frente en mis pechos.



-¿De qué tienes miedo, Emina-sensei?¿Es que te hice daño?¿Acaso estuve tan mal?- había preocupación en su voz y me pareció muy dulce en aquel momento, así que me dejé llevar...



Acaricié con delicadeza su plateado pelo y su rostro buscando su barbilla y, suavemente, le levanté la cara para que pudiese mirarme. Sin apartar mis ojos de los suyos, levanté mis brazos y agarré la goma que me sujetaba el pelo, quitándomela lentamente. El cabello comenzó a caerme por la cara y por los hombros, yo me lo acaricié para colocármelo un poco. Los ojos de Kakashi-sensei me miraban con deseo y sus manos habían subido hasta mi trasero, agarrándolo con lujuria. De repente, Kakashi-sensei se echó hacia atrás y me arrastró con él (¡me tenía agarrada del trasero! n_nUUU), quedando tumbado bajo mi cuerpo. Me excité al sentir su pecho desnudo contra mí y comenzó a besarme con deseo. Yo le correspondí. Me quitó con impaciencia la camiseta (como que casi me la arranca n_nU) y me tumbó en la cama, poniéndose sobre mí. Siguió besándome, acariciando con su lengua mis labios, el borde de mis orejas, lamiendo mi cuello, deteniéndose y recreándose en mis pezones... no podía evitar gemir aunque me diese mucha vergüenza... así que apretaba los labios para acallarme... pero eso fue inútil cuando la tentadora lengua de Kakashi-sensei llegó a mi pierna...



Un profundo gemido salió de mi garganta y, como un acto reflejo, me tapé la boca con las manos sorprendido. Kakashi-sensei tenía hundida la cabeza en mi entrepierna y no parecía querer (parar de lamer o_0\), como si fuese un niño al que le quisieran quitar un dulce y se lo comiera con ansiedad para evitarlo. De pronto sentí una mano sobre las mías. Kakashi-sensei (sin sacar su boca…de ustedes saben que parte) intentaba apartarme las manos de la boca pero me resistí. Él hacía más fuerza con la mano pero yo hacía más (y como yo usaba las dos manos, pues iba ganando n_n). Pero entonces, hizo presión sobre mi... y me ganó u_uU. Otro gemido profundo.



Kakashi-sensei dejó mi entrepierna y sentí como tiraba de mi falda junto a mi ropa interior y me los quitaba. Me incorporé apoyando los antebrazos en la cama y lo miré. Se estaba quitando lo que le quedaba de ropa (vamos, el pantalón y la ropa interior) de pie frente a mí. Y me dí cuenta de lo que había entre sus piernas... ¡dios, menuda erección tenía! Me sonrojé avergonzada y cerré las piernas (¿qué pretendía hacer, si él ya lo habia echo antes? n_nUU), luego le miré a él denuevo. Me miraba con deseo. Yo, con timidez. Se acercó a mí e intentó abrirme las piernas, pero yo hacía fuerza para evitarlo...



-Tranquila-me susurró- , esta vez lo haremos bien...- y me enseñó un pequeño tubo de plástico transparente con un líquido viscoso dentro.



Sí, realmente mucho mejor. Kakashi-sensei había puesto el lubricante tanto en sus dedos como en mi entrada, lo que hacía que entrasen y saliesen con mucha más facilidad sin hacerme daño. Mientras hacía esto, mi sensei de cabello plateado estaba a mi lado besándome y masturbándome con la otra mano, lo que hizo que me relajase más todavía. Sacó sus dedos y ví como extendía un poco de lubricante en su miembro, ya quería entrar. Cuando se colocó entre mis piernas frente a mí y sentí su suave piel cerca de mi entrada, no pude evitar taparme la boca con las manos, sabiendo lo que provocaría al entrar. Pero Kakashi-sensei se detuvo...



-No deberías hacer eso-me dijo dulcemente mientras me apartaba con cuidado las manos y me las colocaba abrazando su cuello. Luego me susurró-, porque... así no puedo saber si te hago daño o te doy placer...



Entró en mí e intenté ahogar mi gemido abrazándole con fuerza. El lubricante hacía maravillas. Aquello entraba y salía mucho mejor y causaba mucho más placer. Kakashi-sensei aumentaba el ritmo, intentando seguir el mío propio pero yo estaba casi al límite (aquella invasión a mi entrepierna tuvo la culpa n_nU) y pronto me embestía con una fuerza y una rapidez que creí que me partiría en dos. Yo lo disfrutaba como si me estuviese intentando poseer. Entra en mí...más fuerte... más rápido... más... Kakashi-sensei buscó mi boca con ansiedad y yo la suya... mi lengua buscaba la suya y él la mía... queríamos fundirnos el uno con el otro... ya no podía resistirme a nada...ya no podía pensar en nada... solo en el placer... y en Kakashi-sensei...



Sentí el cálido semen de Kakashi-sensei fluyendo por mi interior. Gemidos profundos. Nuestra respiración agitada. Su cuerpo cayó sobre mí, húmedo y agotado. Su respiración intentaba volver a la normalidad, al igual que la mía. Un suspiro profundo. Silencio. Aquel incómodo silencio de nuevo. Y otra vez esta horrible sensación de malestar en mi mente. Lo había vuelto a hacer. Y pronto ocurría lo que yo temía que vendría después...



-Has estado estupendo...-me susurró al oído-como anoche...



Se levantó y fue al baño. Yo estaba sentada en la cama limpiándome pero me sentía más sucia por momentos. Otra vez me había dejado llevar por los instintos y mi mente me castigaba con remordimientos. Otra vez me había comportado como un juguete., esperando al niño revoltoso para jugar conmigo y que ahora, después de divertirse, me dejaba guardado hasta que tuviese nuevamente ganas de jugar... yo no podía seguir así... no quería seguir sintiéndome como un objeto de placer, aunque en esos momentos lo disfrutase... los remordimientos después me pesaban demasiado y no me dejaban vivir con tranquilidad... no... no podía seguir así...



Kakashi-sensei entró en la habitación y comenzó a vestirse. Yo seguía sentada en la cama, desnuda y con la cabeza baja. Cuando terminó y se disponía a marcharse, me miró y me preguntó si me encontraba bien (o si es que me había quedado con ganas de más ¬¬). Yo levanté la cabeza y le miré muy seria, intentando ocultar la angustia que sentía en aquel momento...



-No quiero volver a hacer esto... Kakashi-sensei...



-... ¿tan malo soy?



-...no... sólo que... yo no soy como tú...



-... ¿a qué te refieres?



-Yo... no puedo disfrutar esto como tú... yo... quiero que volvamos a ser amigos como antes...



-... ¿tan malo te parece lo que hacemos ahora?



-... yo no lo considero malo... pero yo no puedo seguir así... no es el tipo de diversión que me gustaría tener... con un amigo...



-...



-...durante el momento... es muy bueno y agradable... pero al terminar...-no pude evitar que dos lágrimas recorriesen mis mejillas-... me siento tan mal conmigo misma...



-Perdóname...-me limpié las lágrimas-... no sabía que te hiciese tanto daño esto... si es lo que quieres... volvamos a ser como antes, ¿vale?- y me sonrió como siempre.



-Gracias... Kakashi-sensei.



Cuando se fue, sentí una sensación de alivio. Ya no volvería a tener remordimientos. Ya no me volvería a tentar con lujuria. Alivio. Pero ahora, otra extraña sensación se empezaba a apoderar de mí y no sabía qué era... la casa se me había hecho más grande y silenciosa de lo normal... soledad... pronto me iba a dar cuenta de qué era este sentimiento realmente...



Al día siguiente, volvía a ser la Emina de siempre. Hokage-sama me dijo que el irme antes a casa me había venido muy bien (yo lo dudé un poco, pero bueno n_nU)y me preguntó si Kakashi había ido a visitarme. En ese momento, me sonrojé y se me cayeron todos los documentos que tenía en las manos...



-¿P...por qué me preguntas eso, Hokage-sama?- yo recogía con rapidez los papeles que había tirado con mi nerviosismo.



-Bueno... sois amigos, ¿no?



-Ah, sí...sí jeje n_nU



Hokage-sama no habló más del tema al ver que me incomodaba un poco y me tranquilicé. Un rato después, apareció Kakashi-sensei con su grupo llevando un gato con un lazo en una oreja. Habían terminado la misión y venían a entregar el reporte. Al ver que Kakashi-sensei se comportaba con normalidad, me sentí mejor. Habíamos vuelto a los viejos tiempos. Volvíamos a ser amigos. Hokage-sama les quería dar otra misión de rango D (las más sencillas) pero Naruto volvía a quejarse y pelearse con él. Aunque yo le reprendí, él siguió quejándose. Kakashi-sensei parecía no saber qué hacer ya para que Naruto se comportase (hasta le dió un capón como último recurso n_n). No pude evitar una sonrisa al verle. Era tan peculiar... podía controlar muchas situaciones difíciles pero no conseguía domar al rebelde Naruto... me pareció muy dulce...



Por fín, Hokage-sama decidió darles una misión de rango C (la más difícil para los genins). Tenían que hacer de escoltas de un constructor de puentes del País de la Ola y protegerle hasta que terminase el puente que estaba construyendo allí. Yo al principio no lo veía muy claro (Naruto intentó cargarse al cliente que debía proteger de lo mal que le caía n_nU) pero pensé que sería una buena experiencia tanto para él como para Sasuke-kun y Sakura-chan, aprenderían mucho. Lo que no sabía es que yo también aprendería algo importante gracias a esta misión...



Mientras caminaba hacia mi casa al anochecer, iba pensando en aquella misión. Era la primera vez que Naruto y los chicos salían de Konoha... no podía evitar preocuparme... ¿estarían bien? Qué tontería... claro que estarían bien... sólo tendrían que enfrentarse a ladrones como mucho y además... Kakashi-sensei iba con ellos... en ese momento, una sensación de tristeza se apoderó de mí... ¿por qué me siento así?... entonces, al llegar a la puerta de mi casa, ví a alguien entre las sombras...



Me sobresalté pero al ver quien era, mi corazón dió un vuelco. Kakashi-sensei salió de las sombras y me saludó, diciendo que me estaba esperando...¿por qué este nerviosismo de nuevo? si ahora volvíamos a recuperar la relación que teníamos antes... ¿por qué volvía a sentirme como si el niño volviese a por su juguete?



-¿No tenías que preparar el equipo para la misión?-eso no fue muy cortés por mi parte y pensé que no debería haberlo dicho u_u (los nervios me traicionaron)



-Tranquila... sólo venía a despedirme... ¿puedo pasar?



- ... de acuerdo...



Le pregunté si quería cenar en mi casa pero me dijo que tenía que irse temprano a la cama y que no estaría mucho (eso me tranquilizó un poco n_nU), así que decidí hacer un poco de té. Aunque le ofrecí que se sentara, él se quedó de pie apoyado en la mesa se la cocina. Sentía cómo me miraba mientras yo buscaba el té, la tetera, las tazas... Y cuando me disponía a llenar la tetera... Kakashi-sensei me agarró el brazo...



-Quiero hablar contigo... Emina-sensei- con los nervios, se me cayó la tetera al suelo (menos mal que era de metal n_nU)...



-Creí... creí que lo hablamos todo ayer...- yo no podía mirarle a la cara. La tetera seguía en el suelo pero cuando intenté agacharme a cogerla, me apretó más el brazo para impedírmelo...



-Yo también... pero le estuve dando vueltas a nuestra conversación... y creo que me malinterpretaste...



-¿Qué es lo que malinterpreté?- le miré sorprendido, sintiendome un poco culpable... quizás... yo no había entendido las verdaderas intenciones de Kakashi-sensei...



-Lo que hicimos... en el almacén de archivos... y lo que hicimos en esta casa... -al recordarlo, me sonrojé y desvié la mirada hacia la tetera... - para mí no fue ningún juego, Emina-sensei...



-...¿entonces?



-Yo... ya te lo dije... yo te quier...



-¡CÁLLATE!- le interrumpí, deshaciéndome de su mano moviendo el brazo violentamente- ¡¿por qué sigues con lo mismo?! ¡¿es que no tienes otra forma de llevarme a la cama?!- Kakashi-sensei me miraba asombrado... - ¿por qué no puede ser como antes? no quiero volver a sentir remordimientos... ¿es que no lo entiendes?...



-Creo que eres tú la que no lo entiende, Emina-sensei-le miré a los ojos, reflejando toda la angustia que sentía-. Así que voy a explicártelo y a dejar las cosas claras antes de irme... Llevo 12 años enamorado de tí... -mis ojos se abrieron como platos-... pero no me dí cuenta de qué eran verdaderamente esos sentimientos hasta hace pocos meses... y créeme... me ha costado aceptarlo...



-... pero... aquellas palabras...



-¿Cuales?



-...dijiste que había sido... el mejor polvo de toda tu vida...- desvié la mirada avergonzado al recordar aquellas palabras-... eso me hizo sentir... como... un juguete usado...



-...siento que las malinterpretaras... yo nunca te he visto como un juguete ni como una simple diversión...



-¿Y por qué... por qué te ibas siempre con tanta rapidez? ¿Es que... una vez obtenido lo que querías...?



-Perdóname, soy un estúpido... no quise darte esa impresión... sólo que... bueno... me da... un poco de vergüenza...



-¿Vergüenza o que no tienes excusa? ¬¬



-Es que... es... es la costumbre... Un_-me susurró avergonzado.



-O_OU



-...



-¡¿Lo ves?! Yo no soy distinta de esas chicas con las que...



-¡Sí que lo eres! Eres completamente distinta... jamás había sentido esta sensación por nadie, Emina-sensei... por eso... y para que dejes de sentirte mal... te voy a proponer algo...



-...¿el qué?



-... salgamos juntos...-no me esperaba aquello pero cuando me disponía a hablar, él me calló...-no quiero que me contestes ahora... espera a que regrese de mi misión... tendrás unas tres semanas para pensártelo...



Kakashi-sensei se dirigió a la entrada y abrió la puerta. Yo permacecía en silencio, mirándole desde la cocina con la tetera a mis pies. En el umbral de la puerta, se paró y giró el cuerpo hacia mí. Entonces, escuché las últimas palabras que le oiría decir en mucho tiempo...



-No prometo hacerte feliz... pero sí que lo intentaré...



Ha pasado una semana desde que Kakashi-sensei y su grupo se fueron de Konoha hacia el País de la Ola. Yo intento seguir con mi vida de forma normal... pero no lo consigo... la preocupación por Naruto y por los chicos es inevitable... y la respuesta para Kakashi-sensei... no podía sacármelos de la cabeza... ¿qué estarán haciendo?¿estarán bien?¿les habrán atacado?... necesitaba distraer mi mente, así que procuraba estar siempre activa... pero por las noches... mi casa me parecía tremendamente grande y solitaria... y era entonces cuando venía a mi mente la proposición de Kakashi-sensei... salgamos juntos...



¿Cómo podía haberme hecho esa pregunta?Yo... puede que no tenga demasiado éxito con algunos hombres... pero siempre deseé encontrar a un chico especial y casarme con el... y formar una familia... si me imaginaba una vida junto a Kakashi-sensei... eso nunca podría suceder... me dejaría de respetar…por que me gustara el hijo de un traidor... le avergonzaría a todo mi pueblo...



Sólo podía ver inconvenientes para esa relación. Si volvíamos a ser amigos, podríamos vernos y pasarlo bien como antes... sin nervios ni preocupaciones... aunque... no sé si nuestra relación volvería a ser la misma... puede que si le respondía que no... Kakashi-sensei no quisiera volver a verme... al fin y al cabo... él... me quiere... al menos, eso es lo que me dijo... bueno... tengo dos semanas más para pensar cómo decírselo, pensé... aunque, hubo algo muy importante que no tuve en cuenta en ese momento...



Llegó la segunda semana y yo aún no había encontrado la forma más adecuada de rechazar a Kakashi-sensei. De hecho, todavía tenía mis dudas sobre la respuesta, pero... ¿por qué? Sólo había inconvenientes, ninguno de los dos podría ser feliz si estábamos juntos ¿o si?... pero, aún así... había algo en mi interior que me decía... ¿segura?

Quizás, era el miedo a perder su amistad... entonces... ¿qué era lo que me impedía aclararme de una vez?¿es que todo este asunto me estaba afectando al cerebro o algo?¿qué me has hecho... Kakashi-sensei?

¿por qué no consigo sacarte de mi cabeza de una vez por todas?... puede que lo mejor fuese no volver a tener nada... ni amistad... pensar eso me entristecía sobremanera pero... quizás esa fuese la solución de todo esto... sólo me queda una semana... una semana... pero, yo seguía sin darme cuenta todavía...



La tercera semana llegó. Ya deben estar de camino a Konoha, pensé... y eso me empezó a poner nervioso, así que decidí trabajar lo máximo que podía exigirle a mi cuerpo, de modo que llegaba exhausto a mi casa y no tenía tiempo de pensar en nada. Sólo quería huir... huir del momento en que tuviese cara a cara a Kakashi-sensei para darle una respuesta. Tengo que rechazarle, me dije... pero no sé cómo... no se me ocurre qué decir para no herirle... tampoco sé si seguir o no con nuestra amistad... recordé entonces el día de nuestra despedida... lo que sentí cuando le ví esperándome entre las sombras... el niño volvía a por su juguete... cuando se suponía que debíamos seguir siendo amigos...



Por otro lado, recordé los momentos que habíamos pasado siendo amigos... nunca intentó nada... nunca me insinuó nada... ni siquiera la noche que dormimos juntos... estoy casi seguro de que si me hubiese tentado aquella noche... yo... mis mejillas se volvían rojas al pensar en aquel momento... ni siquiera... se atrevió a besarme... realmente... ¿tanto me respetaba Kakashi-sensei?... un sentimiento de ternura se apoderaba de mí recordando aquello... ¿qué debo hacer?... me sentía más confundido por momentos... no sabía la respuesta... no sabía qué palabras usar... no sabía como reaccionar cuando le viera... y ya no quedaba tiempo... Kakashi-sensei aparecería en cualquier momento y yo no tenía nada claro... al contrario... estaba más confundido que cuando se fue... menos mal que pronto, alguien me ayudaría a pensar con claridad...



Un mes. Kakashi-sensei y su grupo aún no habían vuelto. Me empecé a preocupar pero luego pensé que la construcción del puente se habría retrasado y por eso estaban tardando en volver. Pero no por eso me dejé de preocupar. Todos los días, a la hora de comer, subía a la azotea de la academia y miraba hacia las puertas de Konoha, por si conseguía verles venir a lo lejos. No sabía nada de ellos y no podía evitar preocuparme. Aún no tenía nada en claro sobre la proposición de Kakashi-sensei pero algo dentro de mí, en el fondo, tenía muchas ganas de verle...



Uno de esos días, mientras observaba desde la azotea de la academia, esperando su regreso, sentí que alguien se acercaba a mí. Al darme la vuelta y mirar quien era, una sonrisa me saludó...



-Se retrasan, ¿verdad?- me dijo Hokage-sama poniéndose a mi lado y mirando hacia donde yo lo estaba haciendo antes- Debes de estar preocupado por Naruto...



-Sí, un poco- sonreí-. Ya sabes cómo es...



-Pero creo que no es lo único que te preocupa...



-... bueno... los adultos tienen muchos problemas...- intenté sonreír para disimular un poco mi nerviosismo...



-¿Alguno tiene que ver con Kakashi?- abrí los ojos sorprendida...no podía ser... ¿acaso Hokage-sama se había dado cuenta?



-...



-Emina... los ojos de los enamorados se notan enseguida... -yo me sonrojé.



-... entonces... ¿sabes que Kakashi-sensei...?- Hokage-sama sonrió.



-Escúchame, Emina... la vida no es fácil, eso ya lo sabes... por eso, intentamos buscar la felicidad... y a veces, la felicidad para unos no tiene por qué serla para otros...



-...



-El amor no se piensa... se siente...



Hokage-sama se marchó dejándome sola, mientras el viento comenzó a soplar suavemte, moviendo mi pelo. Pensé en sus palabras... "el amor no se piensa... se siente..." Esa era la clave. Hasta ahora, sólo había pensado en los demás... "la felicidad para unos no tiene por qué serla para otros..."en qué pensarían de nosotros... pero no me paré a pensar en mis propios sentimientos... ¿qué siento yo por Kakashi-sensei? En el momento en que me hice esa pregunta, mi corazón comenzó a latir con rapidez y mi estómago se encogió... recordé la felicidad que sentía cuando estaba a su lado... la sensación de tristeza cuando lo sentía lejos de mí(tanto física como emocionalmente)... y el dolor que sentía en mi pecho cuando pensaba que alguien tan especial sólo me considerase una distracción sexual... yo... quiero a Kakashi-sensei...



Aquella noche, en mi casa, volví a pensar en ello. Yo amo a Kakashi-sensei, yo correspondo sus sentimientos... pero... había algo que no iba bien del todo...

Aunque ya hubiese aclarado mis sentimientos, todavía quedaba pensar en algo más... la respuesta para Kakashi-sensei. Aparentemente era sencillo... él me quería y yo a él... pero... ya no sólo estaban los demás... también mi felicidad... y la suya...



Cuando me quise dar cuenta... las lágrimas comenzaban a brotar de mis ojos. No puede ser, me decía... esto es imposible... nunca podremos ser felices juntos... por mucho que nos amemos... esta relación no puede ser... maldita sea... las lágrimas no dejaban de caer...cada vez más...más angustia y dolor...y tristeza... ¿por qué me tuve que dar cuenta precisamente ahora?... ahora... que sé que te quiero más que a nada ni a nadie en esta vida...



Cinco semanas y Kakashi-sensei y los chicos no volvían. Agradecí que empezase la temporada de exámenes, antes de las vacaciones de verano, porque así estaría ocupada y no tendría tiempo para pensar en la dolorosa decisión que había tomado. Ya estaba segura de mi decisión... la tomé pensando con la cabeza y con el corazón... y sobre todo... pensando en nosotros dos... así que ya estaba decidido... pero no podía evitar sentirme enormemente triste al pensarlo...



Estaba en una de las aulas de la academia ninja corrigiendo exámenes. Atardecía y los niños ya se habían ido a casa, al igual que la mayoría de los profesores. Entonces... sentí unos pasos por el pasillo... y mi corazón comenzó a palpitar con fuerza pensando en quién podría ser... había llegado la hora... sentí como la angustia se dibujaba en mis ojos pero había decidido ser fuerte y aguantar las lágrimas... la puerta se corrió (era una puerta corredera, ved la serie y no piensen mal ¬¬) y entró...



-Emina...



-¿Ho... Hokage-sama?¿Quería algo?



-Oh... ¿esperabas a otra persona quizá?-en el rostro de Hokage-sama se dibujó una sonrisa, que desapareció en el momento en que vió la tristeza de mis ojos...- ¿qué ocurre, Emina?



-...pensé... en lo que me dijiste, Hokage-sama... y tomé mi decisión...



-Y... ¿crees que has elegido la solución correcta?



-... sí...



Hokage-sama había venido a despedirse porque se iba ya a casa... pero antes de irse, me miró como si compartiese mi dolor. Luego, fue hacia la puerta y la cerró. Yo miré por la ventana... realmente... ¿he elegido la respuesta correcta?... las hojas volaban movidas por el viento... sí... no hay otra solución, me dije... tristemente... fue entonces cuando la puerta volvió a correrse y giré la cabeza para ver quien era, probablemente Hokage-sama había olvidado decirme algo... pero me equivoqué...



Mi corazón se encogió al ver al hombre que esperaba de pie en el umbral de la puerta. El único ojo que tenía visible me miraba con tanto amor que olvidé el mundo que me rodeaba... su cabello plateado, su sonrisa oculta bajo la máscara, su mochila a la espalda aún... acababa de llegar y había venido a verme... quería su respuesta... pero yo lo único que podía pensar en ese momento era... por fín has llegado... y estás bien...



-Siento el retraso- me dijo con una sonrisa-, Emina-sensei.



Un millón de sentimientos me invadió en ese momento. Entonces, mi cuerpo se movió sólo. Al levantarme, tiré la silla en la que estaba sentado y dos lágrimas comenzaban a rodar por mis mejillas mientras iba hacia él... alegría y angustia...



-Kakashi-sensei...- él, al ver que me acercaba, tiró su mochila al suelo y también habrio sus brazos……



Un abrazo nos envolvió. Las lágrimas seguían corriendo por mis mejillas pero no podía alejarme de aquel cuerpo que me había hecho sentir tanto dolor y tanto placer físico y mental... no quería soltarlo... lo amaba con todo mi corazón... ¿cómo podía pensar en estar separado de él por nada ni nadie?



-¿Tanto me has echado de menos?-me susurró- Porque... yo no he dejado de pensar en tí en todo este tiempo...



-Kakashi-sensei...- lo miré con mis ojos llenos de lágrimas- yo... yo también te quiero... pero...



Kakashi-sensei no me dejó continuar. Se bajó la máscara y me besó. ¿Cómo podría vivir sin esos besos el resto de mi vida? Pero... tenía que ser fuerte y decírselo...



-Espera... por favor... - él paró... y me soltó. Entonces ví cómo iba hacia la puerta y miraba a ambos lados. Luego, la cerró y vino hacia mí...- Creo... que no me has entendido n_nU.



Volvió a mi lado. Creí que volvería a abrazarme pero lo que hizo fue... sujetar suavemente mi cara y me secó las lágrimas con sus dedos... yo le miré... angustiada...



-No podemos hacer esto... Kakashi-sensei- le susurré mientras nuevas lágrimas volvían a mojar mi rostro...



-Dime por qué.



-... porque... hay... demasiados problemas en nuestro camino... no podemos ser felices juntos...



-Si no lo intentamos... nunca lo sabremos...



Mis ojos se abrieron sorprendidos... ¿cómo pude olvidarlo?... algo tan importante para un ninja... y yo lo había olvidado... si no lo intentas... si no te arriesgas... ¿cómo sabes que lo conseguirás?... una sonrisa se dibujó en mi rostro y Kakashi-sensei me miró con ternura...



-Esa era la cara que quería encontrar cuando volviera...- me dijo mientras sonreía.



Sentí los brazos de Kakashi-sensei rodeando mi cintura y, suavemente, me iba acercando a la mesa donde antes estaba corrigiendo los exámenes. Intuyendo lo que pretendía hacer, me quise resistir pero él me dijo que no había nadie en aquel piso, que se interpusiera. Por lo que me dejé llevar... pero luego ví los exámenes cayendo al suelo... al igual que todo lo que había en la mesa...



Kakashi-sensei me apoyó en la mesa con impaciencia y apartó todo lo que había en ella mientras no dejaba de besarme. Yo lo habría matado en aquel momento por haber hecho eso (me gusta el orden n_nU) pero le había echado tanto de menos y estaba tan necesitada de él, que decidí olvidarme del mundo y concentrarme sólo en mi amado sensei. Nunca lo había besado con tanta ansia... ni lo había tocado con tanta necesidad... la ropa me sobraba con velocidad... pero no tenía tiempo de quitármela... él no me dejaba... me tumbó en la mesa y me bajó la cremallera del chaleco... él hizo lo mismo con la suya... desesperación... ansiedad... lujuria... amor...



Me acariciaba y me besaba desordenadamente de forma salvaje. Ni siquiera me di cuenta del momento en que me había soltado el pelo... yo también estaba impaciente por sentirle... me subió la camiseta y sentí como devoraba mis pezones. Gemidos. Yo agarraba su cabello plateado con deseo. Pequeños mordiscos. Más gemidos. Baja más por favor... más... mis manos se separaron de su pelo...tiró con fuerza de mi falda junto con mi ropa interior y apoyé mis piernas en el borde de la mesa... y volví a sentir su cabello entre mis dedos...



Intentaba controlar mis manos para no moverle la cabeza pero el placer hizo que agarrase cada vez más fuerte su pelo, mientras él gozaba de mi entrepierna con desesperación. Sentí como levantaba una de mis piernas y la apoyaba sobre su hombro. Con la otra mano, se intentaba bajar un poco el pantalón. Pero su boca no paraba. Entonces me miró, con lujuria y deseo, mientras lamía con una erótica sonrisa... me sonrojé aún más de lo que ya lo estaría y desvié la mirada... fue cuando sentí su lengua en otro lugar donde nunca había estado antes...



Kakashi-sensei me masturbaba con una mano mientras que, con la otra, abría un poco mi entrada... y la lamía... yo me tapé la boca con las manos porque no podía más... placer... deseo... luego, sentí sus dedos intentando abrirse paso por aquella estrecha cavidad... déjame escucharlos, me decía mi amado sensei, déjame que escuche tus sensuales gemidos... Emina-sensei... No pude negarme a sus deseos... esta vez no... aparté mi mano y dejé que aquellos sonidos fluyesen de mi garganta, despertando más y más el deseo de Kakashi-sensei...



Sentí mis piernas sobre sus hombros... él ya no podía más... y yo tampoco... una embestida... demasiado brusca... un poco de dolor... pero en un instante... una sensación inmensa de placer... un gemido profundo salió de mi garganta... sorprendiendo a Kakashi-sensei, que paró dentro de mí...



-¿Te... hice daño?-yo respiraba entrecortadamente...



-N... no... pero... -me sonrojé y desvié la mirada- intenta dar... en el mismo sitio... por favor...



Después de la sorpresa, Kakashi-sensei sonrió complacido y volvió a empujar... hacia el mismo sitio... más placer... otra embestida... más... había encontrado el paraíso del placer... más... más... más embestidas... más placer... extendí los brazos hacia él... quería que se acercase a mí... rodeé su cuello con mis brazos y bajé las piernas de sus hombros, poniéndolas a cada lado de su cuerpo... él sujetaba mi trasero con lujuria mientras seguía penetrándome una y otra vez, cada vez más fuerte... más intenso... sus gemidos me excitaban... los míos... le excitaban a él...el mundo que nos rodeaba desapareció completamente... nos fundimos el uno con el otro... sus gemidos con los míos... su cuerpo con el mío... su corazón con el mío...



Un último conjunto de contracciones de placer inmensamente intenso... unos gemidos profundos unidos... la blanca humedad entre su torso y el mío... la blanca calidez de mi amado sensei chorreando por mi entrada... respiraciones entrecortadas volviendo a la normalidad... relajación... cansancio... humedad... la cabeza de Kakashi-sensei apoyada en mi pecho, oyendo los latidos de mi corazón... su pelo plateado acariciado tiernamente por mis dedos... y ni un ápice de remordimientos... ni de tristeza... sólo... profunda satisfacción... y felicidad...



Después de vestirnos, Kakashi-sensei me ayudaba a recoger los exámenes y todo lo que había tirado de mi mesa (menos mal que no se mancharon los exámenes, sino me da algo n_nU). Yo tenía una sonrisa perpetua en la cara que me hacía sentir como una tonta... pero no podía evitarlo... estaba enamorada...



-Mañana traeré el reporte de la misión...



-Sí...



-...



-...



-¿Cómo... debería comportarme... cuando te vea? Un_- me sonrojé.



-Pues... como siempre lo hacías... supongo...



-...hmm... esto... es un secreto... ¿verdad?



-Sí... -volví a la realidad y la sonrisa desapareció...



-Eh... recuerda lo que te dije... no te prometo hacerte feliz.... pero sí que lo intentaré n_- la sonrisa volvió a mi cara mientras él se acercaba a la puerta para irse (estaría agotado, acababa de llegar de una misión y lo primero que había hecho es... bueno... ya sabéis ^///^)- Ah... por cierto... ¿y tú?



-¿Yo?... ¿Yo qué?- le pregunté sin dejar de sonreír.



-Que si vas a seguir con esa cara de tonta mañana porque todo Konoha se va a dar cuenta sin tener que decir nada XDDDDD



-¿CÓMO QUE CARA DE TONTA?- y fui corriendo tras él, pero Kakashi-sensei se cargó con velocidad la mochila y corrió sonriente. Cuando llegué al pasillo, miré a ambos lados pero ya no estaba. Me tranquilicé. Kakashi-sensei y sus bromas. Otra vez apareció aquella sonrisa de felicidad en mi cara. Entonces, cuando me dí la vuelta para volver a la clase, me encontré con la cara de Kakashi-sensei boca abajo (se había colgado del techo n_nU) y casi me caigo del susto. Me sonrió y se bajó la máscara.



-Te quiero, Emina- dijo besándome (momento spiderman XD) y desapareció.



Entré en la clase sonrojado y con una sonrisa que no me cabía en la cara de felicidad. Me asomé a la ventana. El viento soplaba con suavidad, moviendo pequeñas hojas (me pregunto de dónde saldrían, si estábamos en verano n_nU). Yo las seguí con la mirada y ví a Kakashi-sensei mirando hacia la ventana donde yo estaba. Nuestros ojos se encontraron. Me saludó con la mano y sonrió. Sentía el amor fluyendo por mis venas y no pude evitar mirarle con dulzura y con todo mi amor... Sé que será dificil... nadie lo sabrá... nadie nos apoyará... nadie nos comprenderá... pero sólo tú puedes hacerme feliz... de un modo u otro... porque yo...



-Te quiero, Kakashi...



Fin ^^
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